Diciembre 2021. El pasado viernes en el acto de presentación del libro de Tommy M.Jaume, ‘Memorias del Sitjar’ uno de los protagonistas fue el gran Toni Planas ‘Tacha’. El histórico directivo del club fue el encargado de cerrar el acto y se dirigió al público asistente con el buen sentido del humor que le caracteriza y que le hace ser tan especial. Ayudado por la madre de Tommy y por un bastón, que más que ser su apoyo se convirtió en la batuta para dirigir su discurso, Toni recordó anécdotas del abuelo de autor del libro, el inolvidable Tomàs Jaume y sacó como solo sabe hacer él una sonrisa a más de uno con su discurso teñido de mallorquinismo auténtico. Ahí, en la tribuna Lluís Sitjar y viendo a Toni sobre el césped, uno se da cuenta de la evolución del club y de paso del tiempo. Se da cuenta de cómo personas que fueron claves en el desarrollo de la institución, ahora lo viven como aficionados de a pie. Sin embargo, ver a Toni Tacha siempre me retrotrae a grandes épocas, a un Mallorca más familiar, más cercano, diferente en todos los sentidos y por momentos desde el punto de vista deportivo, mejor. Aunque eso es cíclico y unos años estás arriba y otros abajo. Ahora no está Tacha en el club, pero tampoco hay otro Tacha y eso creo que es el gran error de la actual administración. El Mallorca está en Primera, esperemos que durante muchos años y es una SAD como cualquier otra por lo que no tiene que rendir cuentas a nadie más que a sus accionistas. No tiene que dar ningún tipo de explicación ni a los aficionados ni mucho menos a los medios de comunicación. Pero qué quieren que les diga. Yo echo de menos el pasado y cuando veo a Tacha y le escucho me reafirmo que, por muchos sufrimientos e incertidumbres que rodearon al club casi durante toda su existencia, cualquier tiempo pasado fue mejor. Mucho mejor. En el libro ‘La otra Liga’, al igual también que en la obra de Tommy, el Mallorca del pasado es el gran protagonista, el bálsamo necesario para recordar esa época donde todo era diferente, pero no por ello, peor. Ni mucho menos.
Miquel Alzamora