Un refugio de la Guerra Civil, al descubierto

Miquel Alzamora
12 de noviembre de 2021

Noviembre de 2021. Hoy en Ultima Hora vemos una imagen impactante de la entrada a un refugio antiaéreo de la Guerra Civil ubicado en la zona de es Jonquet. https://www.ultimahora.es/noticias/palma/2021/11/12/1318029/aparecen-restos-refugio-antiaereo-solar-mar-terra-jonquet.html .Sigue habiendo muchos lugares por descubrir y redescubrir en nuestra Isla relacionados con este tipo de instalaciones, ahora históricas y que en su día estuvieron destinadas a salvar vidas.

En Artà existe uno de estos refugios en lo que es el sotano de la que fue la casa de mis abuelos y que se mantiene bien conservado casi como homenaje a todos los vecinos que ahí se refugiaron cuando las sirenas predecían la llegada de aviones con sus bombas en el estómago y dispuestas a caer en un lugar indeterminado.

Mis abuelos, Antonia y Joan, fueron dos grandes personas y cuando la guerra mostraba su cara más dura y sangrienta, decidieron que el sótano, anteriormente utilizado para el almacenaje de utensilios del campo, carros y mulas, fuera reconvertido en un refugio antiaéreo. Pero lejos de ser solo el lugar en el que mi familia se refugiaba, mi abuelo y mi abuela lo abrieron a todos los vecinos, por lo que tuvieron que adecentarlo todavía más y ampliar el espacio para dar cabida a todos los que quisieran protegerse de los ataques aéreos con los condicionantes de peligro real de muerte que ello conllevaba.

Se reforzaron los muros y las paredes y se encontró espacio suficiente para que un centenar de personas pudieran esconderse, abrazarse, juntar las manos y rezar para que las sirena dejaran de sonar y los aviones emprendieran la marcha. Se accedía a través de una trampilla oculta en lo en ese momento era algo parecido a un cuarto de baño de la época.

Durante ese periodo de tiempo cayeron bombas muy cerca de ese refugio y me llenar de orgullo pensar que ese lugar pudo ayudar a salvar vidas. Mis abuelos, que apenas tenían nada, abrieron el espacio más profundo de su casa para que todos los vecinos pudieran sentirse seguros sin pedir nunca nada a cambio. Estoy orgulloso de ellos y como homenaje a su labor y amor a los demás, mantenemos ese lugar tal y como ellos nos los dejaron.

Miquel Alzamora.